viernes

- Under Control (4)






   Que había engordado bastante y que iba sin afeitar son cosas que no necesitaba que le recordara. Bromeaba zafio con aquel viernes al salir del estadio cuando cruzaron algo más que una sonrisa. Y el ojo morado suyo, y la nariz rota de él. "Algún mordisco más te has llevado, hijo de puta. Terminemos con esto cuanto antes y cierra de una vez la boca", piensa. Y un soplo de petaca, ansioso por darle finiquito al asunto y a la camaradería impostada de ambos, soez en la boca del otro y las manos. Pegándosele en las solapas indecente.
   La bolsa de viaje grasienta, pesada, tirando del brazo con afán de arrancarlo. Sostiene el semblante y la mueca descolgada en la que se ha quedado la sonrisa de la mañana. Atravesando la puerta y la pituitaria la loción. Butcombe por favor. Una y media y uno de cinco sobre la barra.

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