y tú me miras
y nuestras miradas encendidas
se censuran mutuamente
Ahora que el silencio
de este invierno sigiloso
se resiste a cerrar la boca
y se aferra a este frío entre nosotros
Ahora no podemos amarnos
no tiembla la garganta en el nombre
ni el alma en la boca
ahora no
Es más fácil
mucho más llevadero
amarnos desde lejos escondidos
en la memoria o en el parque
en las calles que no recorremos
en las plazas que no laten
en las cartas que no
escribimos
Y es que es más fácil amarnos
en el amor que cuando nos miramos
dejamos de profesarnos
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