viernes

Under Control Siete



   Pican los dedos en las botas y viene reparando en lo interminable del pasillo, el tubo de metal, frío y deslumbrante envolviéndolo y cegándolo. Perder el control significa perder la libertad o algo más grande. Ni una palabra, ninguna despedida. Cuatro días y después toda una vida... El pasillo se alarga en cada zancada, cuenta en yardas y lucha con el peso del asa.
   Dos gallinas sudorosas caminan y le adelantan por la izquierda cacareando en un gorgoteo incomprensible. "Play" en el reproductor. "Under control" le gusta imaginar mientras se abotona y anticipa unas horas a los carteles de "eixida" . "And me, I just don't care at all".
   Habían sido días congelados contando los cigarrillos y las horas hasta la llamada roja para concretar el encuentro en el Deer Head Inn y que le deslizaran la ronda y un sobre. Habían sido días como lustros hasta que salió del pub, miró a un lado y al otro, ajustó la correa de la maleta al hombro y levantó la mano al borde de la acera. Ninguna palabra, ninguna despedida. Nada excepto la última sacudida en el bar del aeropuerto antes de enfilar el blanco interminable del pasillo. "Check in", "under control" porque nada podía pasar. Estaba limpio y la maleta había navegado hacia el sótano, Sólo mantener el control.  "it takes money to make money, they say ".
   "Near" piensa.